El pasado 4 de noviembre el barrio se vistió de fiesta, para homenajear a este personaje del barrio, que tanta alegría le dio y le sigue dando a los pibes. Es que Don Luís cumplió 90 años y entonces las diferentes generaciones que pasaron por su calesita, quisieron homenajearlo.
Cámaras de televisión enviadas por TELEFE, periodistas de diferentes medios entre los que se encontraba el Director de Cosas de Barrio, nuestro periódico local y otros medios levantaron sus informes y se llevaron en sus comentarios la alegría de los chicos y no tan chicos que le dispensaban a Don Luís.
Ah, los chicos y algunos padres dieron vuelta una vez más a esa calesita tan cara a los sentimientos de la gente menuda.
Pero quien es Don Luís. Su nombre completo es Luís Juan Rodríguez.
Es el propietario de la Calesita de Ramón L. Falcón esquina
Miralla. Su historia de vida comienza cuando su padre en el año 1920 comenzo con esta actividad, cuando Don Luís apenas tenía cuatro meses de edad, la que en esa época era tirada por un caballo. Al terminar sus primeros estudios comenzó a dedicarse a la tarea de entretener y alegrar a los niños en el año 1934, tarea con la cual hoy continúa.
Sus primeros pasos fue como calesitero ambulante así que lo encontraron caminando los pueblos de Azul, Saladillo, Tapalqué, 25 de Mayo, Alvear y por el resto de la Provincia de Buenos.
Al fallecer su padre Don Juan Rodríguez en el año 1944, él continuó con esta actividad.
Luego de deambular por distintos barrios como el de Floresta y Mataderos por espacio de tres años en el año 1965 se instaló definitivamente en su actual reducto.
En sus libros “Cosas de Don Luís”, relata sus vivencias y las anécdotas a través de tantos años, que en realidad representan una clase especial sobre la vida.
La mayoría de la juventud de Liniers, pasó por su calesita, trepó a sus caballos o se sentó en algunos de sus carritos y porqué no, alguna vuelta gratis dio al sacar la tan ansiada sortija.
En el poema titulado domingo, escrito en el año 1991, Don Luís nos deja el recuerdo familiar y el de su calesita.
DOMINGO
La Familia se ha reunido,
para poder saborear
lo que la abuela querida,
se dedicó a cocinar
En el terreno baldío
daba vueltas sin parar,
una vieja calesita
con su música peculiar.
Es la misma, que allá lejos,
en un domingo sin par,
junto a su sana algarabía,
vio..., dos vidas juntar.
Con la abuela de la mano;
fue nuestro nido de amor,
al que, con fe dedicamos
de nosotros, ¡ lo mejor!
Hoy, rodeado de mis nietos,
hasta allí fuimos a dar;
donde el tradicional calesitero,
ofrecía la sortija sin cesar.
Sos el mismo que conservo
dentro de mi corazón,
entre los recuerdos mas tiernos,
de un pasado de ilusión.
¡Calesitero admirado!.
nadie te puede quitar,
ese lugar bien ganado
en el alma popular.
Que Dios te de larga vida,
para poder continuar,
ofreciendo sin desmayos,
tú magia espectacular.
¡ Dale Dale!, no te pares,
pues, nuevos pibes vendrán;
y como yo, te aseguro,
olvidarte no podrán.
