sábado, 10 de noviembre de 2012

Una historia de desencuentros

la web algunas veces te hace pensar 

 
  
Observaba con éstas cosas de la computación la cantidad de carteles y mensajes que los usuarios de ambos sexos y edades que colocan y/o cuelgan en sus páginas.
Frases celebres, refranes populares, profecías incumplidas, algunas anónimas otras recordando a Mafalda, Nietzche, Chaplin, Bach u otros personajes, libros de auto ayuda... etc.,  empiezan a circular por la Web.
 
Así que me preguntaba si deberíamos seguir repitiendo como loros algunos de esas verdades y experiencias de otros, que muchas veces no se adaptan a nuestra vida, o en realidad para aquellos que la utilizan les sirven para iniciar un pensamiento positivo en el camino de la vida.  
Estuve repasando solamente algunas que me llegaron estos días.
  • Eres el arquitecto de tus sueños…, mira bien lo que construyes.
  • La inteligencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar. 
  • El cuerpo grita…, lo que la boca calla.
  • No uses algo como la venganza, solo siéntate y espera.
  • Aquellos que te hieren suelen destruirse a ellos mismos.
  • La realización de un sueño es el premio dado a aquellos que descubrieron su grandeza a través de sus esfuerzos.
  • Nadie te puede hacer sentir inferior sin tú consentimiento.
  • La originalidad es la única cosa cuya utilidad no pueden comprender los espíritus vulgares.
  • El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden.
  • No hay que llorar por lo que se fue. Hay que abrir los brazos y recibir lo que viene.
  • Si el tiempo siempre pasa, que pase mientras hago algo productivo.
  • Habla de mi vida cuando la tuya sea un ejemplo.
  • Ninguna meta es imposible, solo hay algunos caminos más largos que otros.
  • El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino.
  • Si quieres ser ave vuela, si quieres ser gusano arrástrate, pero no grites cuando te aplasten.
  • No porque exista el perdón, la gente tiene derecho a dañarnos las veces que quiera.
  • La vida es una obra de teatro que no permite ensayos, por eso canta, ríe, baila, antes que bajen el telón sin aplausos.   
  • No queramos cambiar el mundo, solo basta con cambiar nuestras malas costumbres que lo afectan negativamente.
Y así muchos más, pero me llamó mucho la atención en un muro uno que decía “Ámate lo suficiente como para saber que cuando alguien no te quiere debes continuar y seguir adelante.
Supuse al principio si era ella la destinataria de la frase o en cambio le estaba informando sobre el tema a otra persona, sobre el fin de sus sentimientos.
Hurgando en lo que se puede observar en Facebook era una página que solo decía mujer, con una foto de presentación, que no sabía si era real.  
Me llamó tanto la atención que decidí enviarle una solicitud de amistad, con la esperanza que me aceptara e investigar en lo posible el porqué de tal reflexión.
Hubo de pasar muchos días hasta que fui aceptado. Nos presentamos a través de los mensajes privados con el fin de no herir susceptibilidades ni caer en situaciones desagradables.
Nuevamente la tecnología nos dio la oportunidad, de avanzar en el conocimiento mutuo, intercambiamos correos y nos empezamos a comunicar a través de Skipe. Al principio solamente a través de la voz y más tarde avanzamos en el conocimiento con video.
La historia era más o menos conocida, una relación terminada y la herida que una de las partes sentía que la alcanzaba.  Las culpas no eran mutuas, eran solo direccionadas al otro participante.
Poco a poco iba descubriendo, en apariencia, parte de una historia no diría intrigante pero si interesante.
Eso de indagar sobre la mente de otros, siempre me llamó la atención. Así que dentro de lo que poco a poco me permitía la nueva amiga de la Web, seguía adelante. 
Entre cada conversación imaginaba el resentimiento que tenia a quien decía quería, pero no decía que amaba.
Busque en el diccionario de la calle obteniendo una conclusión “el querer es necesitar, pero amar es mucho más”.
Así que el fanatismo o apasionamiento aún por una buena causa siempre es malo, pues entonces hay leales y traidores, en éste caso por sentimientos encontrados.
Traicionando lo que alguna vez critiqué de las personas que habitualmente citan pensamientos de otros, esta vez utilizaré uno del Licenciado Gabriel Rolón que dijo “Si algo ha venido a descubrir el psicoanálisis es la existencia del inconsciente, lo que hace que debamos reconocer que siempre estamos atravesados por algunas ambivalencias, que queremos y no queremos la misma cosa. Que deseamos algo pero nos decimos que está mal.
En las cuestiones del compartir la vida, si la zaranda de la relación tiene un final espinoso,  sus integrantes no magnifican el tiempo feliz y menos el de intentar recapacitar sobre los motivos de haber perdido ese maravilloso caramelo con sabor a miel.
Así llegue a la conclusión que callar es de sabios, amar es de humanos, llorar es de valientes y perdonar es de humildes.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Encuentro de un viaje inesperado

ENCUENTRO DE UN VIAJE INESPERADO

Días atrás había recibido una citación del consorcio del departamento de Mar del Plata, pues querían hacer unos arreglos en el edificio y necesitaban que todos los dueños se hicieran presentes.
Al llegar a la Terminal de Micros, hube de enterarme, una vez más, que debido a una protesta de los empleados, el servicio estaba interrumpido hasta nuevo aviso.
Ante el inesperado inconveniente, me acerque a la Estación de Constitución y luego de sacar el pasaje, me apreste a tomar ubicación.
El asiento que me correspondía estaba ocupado por una señora y su hijo, quien amablemente me pidió cambiar de ubicación, a lo que accedí con agrado.
Luego de ordenar la maleta en el portaequipaje saludé a mi ocasional vecina, recliné el asiento  y me dispuse a leer el libro elegido que me acompañaría en el trayecto.
Había pasado una hora de la partida y el tren se detuvo por segunda vez, el guarda nos informó que un desperfecto en la máquina demoraría la llegada a la Costa.
Esa situación y los comentarios de rigor, fueron las primeras palabras que intercambiamos con la ocasional compañera de penurias. Aprovechamos para presentarnos, Patricio es mi nombre, ella se presentó como Verónica.
Era una mujer de unos 40 años, bien parecida y por lo poco que pudimos conversar se notaba agradable.
La espera sirvió para que la charla se extendiera, así que luego de más de ocho horas, al llegar a destino convinimos en continuar la conversación al otro día a las siete de la tarde en la Confitería Boston.
El encuentro duró más de lo previsto, la noche estaba opacando el día, así que me pareció amable invitarla a cenar.
Nos dirigimos hasta uno de esos restaurantes ubicados en la calle San Martín y compartimos una velada más que interesante.
La acompañé hasta el hotel donde se hospedaba, ya que en la mañana tenia que recorrer una serie de negocios, pues era la representante de una importante marca de mallas.
Antes de retirarme pregunté si por la noche nos podíamos volver a ver y aceptó el ofrecimiento. Detrás de esa invitación se escondía la causa, escudriñar esa personalidad tan intrigante y saber que había debajo de esa piel.  
Esa noche cavilaba sobre el ocasional encuentro y las charlas intimas que habíamos compartido.  
Detrás de esos grandes ojos y la sonrisa encantadora, como buena vendedora, demostraba una personalidad que me intrigaba.
La impresión recibida en el tiempo que compartimos la presentaba como una mujer dual. En una predominaba la pasión arrolladora temporal, la otra menos expuesta, la posibilidad de formar una pareja estable.  
Me llamó mucho la atención argumentos y posiciones en cuanto a la vida. Había estado casada tenía tres hijos, y luego de un tiempo decidió divorciarse, pues la monotonía en la relación la agobiaba.  
Era una persona muy particular, yo diría especial.
En más de una oportunidad confundía sexo con hacer el amor. Creo que el sexo estaba en sus entrañas y cada tanto lo resolvía en las sabanas de un hotel alojamiento con algún caballero circunstancial, pues eso era lo que a ella le servía.
El servía lo utilizaba como dos acepciones servir de utilizar  o servir del servicio de fecundación a la hembra, situación que manejaba con absoluta habilidad.
Pese a todo pensaba que si esa soledad, era la responsable de la falta de amor o de algún amor no correspondido.
Pedía honestidad situación esta que no se correspondía con sus actitudes, pese a no tener pareja.
Aprovechando el tiempo  entre la reunión del consorcio y el nuevo encuentro, me dispuse a caminar un rato por la arena y deleitarme del mar.
Que diferente es la vida cuando disfrutas del tiempo sin obligaciones inmediatas, observaba a una pareja de ancianos tomados de la mano,  una mujer paseando a su perro, una gitana ofreciendo adivinar  el futuro, jóvenes trotando por la arena y al girar la cabeza sobre la avenida se observaba otra vida.
Personas ataviadas de traje con paso apurado, alienados esperando ganarle al tiempo.  
Cuantas vidas y que bien diferentes de transitarla, pensaba si  las circunstancias son las que nos llevan a ser como somos   o si desde nuestra esencia  determinamos el destino y la forma de caminar la vida.
Así fue pasando el tiempo hasta que llegó la hora del encuentro.
Cuando la vi llegar su prestancia y forma de caminar me impactó, mi conciencia se abrumó.
Pero mi cabeza estaba clara, no me quería convertir en uno más de su lista, no quería que mis escrúpulos hicieran de ella una más de las mujeres que se cruzaron en mi camino, pues yo también había engañado sin el menor asombro de escrúpulos.  
La cena había terminado y aún la noche estaba en pañales, así que comenzamos a caminar por la rambla.
Por un instante el silencio nos invadió percibí que ignoraba mi presencia, aproveche entonces en repasar algunas de sus expresiones las cuales no sabía si eran declarativas o reales.
“A veces, cuando renuncias a alguien, no es porque no te importe, sino porque te das cuenta de que no le importas. Detrás de una sonrisa, hay una historia que nunca entenderías. Lo peor de todo es que tratan de sanar las heridas cuando ya están las cicatrices”.
Ya habíamos caminado bastante y la noche nos estaba cubriendo con su manto. La acompañé hasta el hotel y quedamos en volvernos a ver al regresar a Buenos Aires. Un beso en la mejilla fue la despedida.
Debo decir que la espera se me hizo interminable, en el regreso a casa imaginaba el futuro encuentro, sobre que podría pasar, si me iba a mantener en mi postura de saber el interior de sus pensamientos o si terminaríamos en algún hotel alojamiento.
La noche anterior al encuentro casi ni pude dormir, los nervios afloraron como en la primera cita en mi juventud.
Esa mañana de sábado me levanté temprano, fui a la peluquería, me afeité y elegí especialmente la ropa que luciría esa noche.
La pasé a buscar por su casa, noté como nunca antes, el brillo de sus ojos claros y las mejillas rosadas que se confundían con la luz de la noche.
El beso de bienvenida junto al roce de los labios por mi mejilla fue impactante.
Luego de las palabras de rigor elogiándola por su presencia, elegimos un restaurante donde la intimidad se imponía.
Durante toda la cena nos mirarnos a los ojos y decidimos enamorarnos. El silencio otorgó, la sonrisa confirmó y la mirada habló.
Han pasado algo más de nueve años, lamentablemente ella ya no está, pero aún conservo en mí, sus labios y aquella primera cita. Mi recuerdo a la persona con la cual conocí el amor en serio.  A veces, las malas decisiones nos llevan a los lugares correctos.

La Copa Rota


 La Copa Rota

Ese día me había demorado pese a que el despertador sonó en el horario habitual, seis de la mañana.
Esos cinco minutos de fiaca, se convirtieron en casi media hora, así que el apuro se apoderó de mí.
Al salir de casa advertí que lloviznaba, así que apuré el paso, para tomar el colectivo que me transportaría al trabajo.
A diferencia de otros días y pese al mal tiempo, éste llegó a horario y para sorpresa encontré un lugar donde sentarme.  
Así que esta historia se desarrolló en el tiempo, con la que compartí el viaje con aquel hombre, que había subido delante de mí.
Por el aroma de su perfume importado, su vestimenta y el caro reloj que lucía,  no eran de las personas que habitualmente estaba acostumbrado a ver en ese horario.
Al partir mi novia me llamó al móvil en un horario no habitual, el llamado me sorprendió y al parecer mi contestación no debe haber sido muy buena.
Así que esa situación y el tiempo dieron por iniciada una conversación y la presentación.
Era Pedro, que ese día tomaba el colectivo pues su coche lo había dejado en el service.
La conversación fue tomando cuerpo, así me convertí en la oreja de un relato, que acompañé con un silencio protector y cómplice.
Yo me dijo, tengo todo lo que un ser humano anhela, casa, coche importado, un trabajo más que importante, viajes por el mundo, una buena cuenta bancaria, pero luego de unos cuantos años entendí, lo malo de callar lo que sentimos y el riesgo de perder lo que queremos. “Supuse palo para mi gallinero”.
Por si te sirve te voy a contar una historia de juventud.
Vivía en un barrio del conurbano y  recuerdo que los domingos cortaba el césped del jardín de mi casa, con la excusa de ver pasar a una joven que con toda naturalidad, pasos cortos, gracia y llena de vida, pasaba con su bolsa luego de comprar en la panadería.
Iban pasando los días y pese a que nos mirábamos no me animaba a entablar una conversación.
Un día en la iglesia del barrio luego de la misa de las once, al salir volvimos a cruzarnos entonces fue la primera vez que me animé a saludarla.
Esa semana fue un suplicio, esperaba verla pasar nuevamente rumbo a la panadería,  hasta había ensayado el saludo y como comenzar una conversación, pero no se produjo el tan esperando encuentro. Una vez más me sentía acongojado. 
Aquel sábado los curas habían organizado una quermese para recaudar fondos, así que todo el barrio estaba colaborando.
Grande fue mi sorpresa al verla llegar. La angustia, falta de experiencia y vergüenza me hicieron esconderme junto a unos amigos que andaban por allí. Era incomprensible tanta torpeza.
La observaba de reojo, esos cabellos rubios hasta el hombro y el vestido acampanado floreado me incentivaron para dar ese paso que tanto ansiaba.
Esa primera charla fue el detonante de que el corazón se paralizara. El amor había entrado en por la puerta grande. La ilusión del amor se había hecho presente.
A esta altura, lo observaba en silencio, notando como su cara se transformaba ante el relato.
La primera sita fue un domingo a la hora de la siesta  a escondidas. Me parecía haber tocado el cielo con las manos y el primer beso.  
En las eventuales llamadas de teléfono, imaginaba el lugar donde estaba, sus sentimientos y un futuro juntos.
Pero cierto día un familiar nos vio de la mano en una tarde de pleno verano, suficiente causa para que sus padres determinaran que yo no era un partido apropiado, razón por la cual todo terminó, sin hablar sin despedirnos sin nada.
Hube de enterarme por conocidos  de que la habían enviado en un viaje a Italia.
Había pasado un tiempo y en una oportunidad en unos de esos bailes de carnaval,  la vi junto a un muchacho. Mas tarde en la puerta de un negocio de ropa la volví a ver, pero nuevamente el amor me paralizó,  una vez más dejé pasar la oportunidad.  Nunca  más supe de ella.
Busque infructuosamente saber algo de su vida, aunque más no sea desde el anonimato pues conocía gente vinculada a su familia, pero las puertas una vez más se cerraban.
La historia quedó en el recuerdo, como una triste experiencia del amor de juventud, pero esa llama nunca se apagaba.
Terminé mis estudios universitarios,  forme una bella familia, conseguí casi todo lo que ambicionaba, pero la historia y el deseo de volverla a ver y saber algo de ella me perseguía.
A esta altura de mi vida nada era como antes, sabía bien lo que quería, nada me amedrentaba, no dejaba pasar ninguna oportunidad ya no era ese joven temeroso, aun así ese pasado que había dejado escapar me confundía.
Cada tanto volvía a los lugares que en nuestra juventud habíamos transitado, regrese a la iglesia y a la misa de once, recorrí las calles pero nuevamente el destino me cerraba las puertas.
La modernidad y los adelantos de la comunicación me posibilitaron ubicarla, estaba decidido en esta oportunidad de no fracasar, volverla a ver, saber como le había tratado la vida y confesarle mis recuerdos.   En ese momento el colectivo frenó bruscamente pues unos coches habían chocado delante nuestro, ese acontecimiento suspendió el relato.
Por un momento recordé algo de lo que alguna vez leí de Cortazar que algo así decía:  “Amor mío, no te quiero por vos ni por mí, ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía…”  Así que pensaba cuanto de Ego tenia su historia.
Pasado el momento las cosas volvieron a la normalidad, pero ya Pedro tenía que bajar y solo atinó a decirme, cuando la encontré escuche nuevamente su voz,  los años habían pasado para ambos pero en mi interior seguía siendo aquella niña y el primer beso, otra vez el corazón se me paralizó, pero sabes  una cosa: “ella ni se acordaba de mí”. Que al Pedo la recordé siempre, bueno Chau…
Entonces me repetí varias veces aquello de…. El que vive de ilusiones, muere de decepciones.

lunes, 29 de octubre de 2012

CARLOS RICCÓ, UN FELIGRÉS DE LA MÚSICA Y SU BARRIO

Hoy, Como aye. El creador de "La Catedral del Ritmo" regresó a su querido Liniers y no ocultó su pasión por el barrio que lo vió nacer
El inolvidable creador y conductor de "La Catedral del Ritmo", visitó su querido Liniers y recordó los detalles de su exitoso ciclo radial

Luego de unos cuantos años volví a encontrarme con un verdadero personaje del barrio de Liniers, con quien, en compañía de un amigo en común, Edgardo Gilabert, disfrutamos en un bar del barrio de varias rondas de café, para volver a hilvanar su particular historia de vida, que lo marcó como uno de los precursores del rock nacional. "¡Otra vez por el barrio!", le dije a modo de bienvenida apenas nos ubicamos en una mesa sobre la vereda. Y su respuesta fue inmediata "siempre estoy en el barrio, porque del barrio nunca me fui", disparó quien hoy ya no vive en Liniers, pero se siente parte de sus calles.
Detonante más que suficiente para presentar a un linierense, nacido el 21 de agosto de 1942, en su casa paterna de Oliden al 800, hijo del matrimonio de Héctor Alfredo y Zulema Elsena Bañato.
Se trata de Carlos Riccó, o para los más allegados, Chiche. Hablar de Riccó, es hablar de su vasta historia con la música, a partir de su famosa creación radial "La Catedral del Ritmo", ciclo que iremos desgranado a lo largo de esta nota.
La familia y la música hoy y siempre han sido su prioridad. Junto a su esposa Margarita Genoveva Greubel, disfrutó la llegada de sus tres hijos: Romina Gabriela, Alfredo Timoteo y Cristian Venancio, y hoy la luz de sus ojos es el recién llegado Patricio Noel, hijo de Timoteo, que lo convirtió en abuelo.
Sus estudios en los colegios Tránsito de San José y Dalmacio Vélez Sarsfield -donde tuvo como compañero al entrañable José Ángel Trilles- y más tarde en el Nacional 13° Tomás Espora, junto a sus emprendimientos deportivos en las canchas del barrio y en Club Liniers, identifican su juventud con el barrio, al cual siempre, como la canción, está pensando en volver.
Atrás quedaron los comienzos en la imprenta del padre de su amigo, Edgardo Gilabert, aquel 17 de noviembre de 1964 en Ercilla al 6000, que fuera el puntapié de largada para convertirse, sin lugar a dudas, en un personaje indiscutido y adelantado para la época de la música, a través de su programa "La Catedral del Ritmo".
Aquellos días de fines de los 60? y durante todos los 70? y los 80?, lo tuvieron como alma máter de figuras tales como Facundo Cabral (por entonces El Indio Gasparino), Mauricio "Moris" Birabent (uno de los primeros músicos del rock nacional y fundador de los Los Beatniks, con quienes grabó en 1966 el primer single del rock argentino, "Rebelde", y compuso "Ayer nomás", que luego fuera popularizado por Los Gatos), Pajarito Zaguri (nombre artístico de Alberto Ramón García, integrante de bandas como Los Náufragos y La Barra de Chocolate), Roberto Rimoldi Fraga (El Tigre), Mathias, La Barra de Chocolate, y Roberto Goyeneche, entre otros tantos exitosos artistas que difundió a través de sus programas radiales.
Hoy Riccó es considerado un conductor de culto en la radiofonía argentina, donde desparramó su música por Radio Antártida, El Mundo -teniendo como compañera a Rina Morán-, Argentina y Excelsior. Sus ciclos lo llevaron a obtener diferentes distinciones en Aptra (1974, 83, 90 y 91), Revista la Radio (como el mejor programa musical del año en 1977 y 1978), "Mejor Programa de Música Joven" (Revista La Audiencia, año 1978), La Baldosa de Oro (1984) -que recibió de manos de Cacho Castaña-, la distinción de Honor de EUDEBA (1988) y otros tantas que sería muy extenso de enumerar.
También tuvo su paso por la televisión, a través de su programa en Canal 7, los sábados de 19 a 21.
Pero su espíritu inquieto y su pasión por la música, lo llevaron además a organizar populosos bailes en la Confitería Castel Cilano, Tauro, en Nolting, Defensores de Hurlingham, Estudiantil Porteño, Vélez y Huracán de San Justo. En sus show debutaron figuras como Camilo Sesto, Dyango, José Luis Perales, Malcom Roberts, Santa Esmeralda, The Tavares Brothers (grupo disco de los años 70? cuyo recuerdo inmediato fue su participación en la banda sonora de Fiebre del Sábado por la Noche), The Tremeloes y Matt Monro, y en donde participaron casi todas las figuras nacionales de aquellos años, como Palito Ortega, Sandro, Litto Nebbia, Leo Dan y Leonardo Favio.
Todos esos éxitos ocupaban las bateas de todas las disquerías de aquellos años, incluso la suya, que inauguró el 26 de septiembre de 1975 en Arieta al 2300, pleno centro de San Justo, generando un sitio de visita obligada en la zona Oeste para todos los fanáticos de la música y su programa.
Pero además, Riccó llevó a cabo el primer y segundo "Festival de la Música Beat" en el Teatro Nacional, y entre sus participantes y ganadores estuvieron La Barra de Chocolate y el Grupo Uno, de Comodoro Rivadavia. También realizó el primer mega show del rock nacional, al que denominó "El Show Gigante que le prometimos a Dios", y en que actuaron Almendra, Manal, Vox Dei, Lito Nebbia, Facundo Cabral, Moris y la Banda de Chocolate, en un festival que colmó el predio de las piletas 1 y 2 de Ezeiza, para festejar la llegada de la primavera. Aquel festival se ideo y organizó desde su barrio de Liniers, en las míticas oficinas de Ramón Falcón 7051.
Es cierto, el pasado ya no vuelve, pero no quedan dudas de que se agiganta con el el tiempo. Por eso hoy, con 70 años y lejos de la popularidad de antaño, Carlos Riccó sigue disfrutando de su historia. Al despedirlo, y tras un par de horas de charla salpicadas de anécdotas y café, me pareció que los pasajes lo abrazaban como a un hijo, agradeciéndole, después de tanto andar, pues nunca olvidó al terruño que lo vio nacer.

lunes, 1 de octubre de 2012


UNA ABUELA QUE NOS DEJA
CON LA BOCA ABIERTA
Holandocorrentina Toda la simpatía de Hermita, junto a su hija Susana
 
Desde hace más de tres décadas, Hermita Luxen le pone sabor a los almuerzos de muchos linierenses
A sus 73 años, y desde hace algo más de 30, Hermita Luxen -descendiente de holandeses y oriunda de la provincia de Corrientes- se ocupa y preocupa de las comidas que ofrecerá cada día en su local, a los habitantes del barrio de Liniers.
Así lo hace todos los días a partir de las 6 de la mañana y hasta las 8 de la noche. Empanadas caseras, tartas, ensaladas de distintas variedades, tortas caseras y otras tantas exquisiteces, conforman el menú que diariamente prepara en su negocio de Ramón Falcón, entre Cosquín y Carhué.
Pero la historia de Hermita comenzó hace muchos años en el barrio. Primero como empleada de la empresa Granix, que al retirarse del mercado le ofreció en compensación por sus servicios, seguir con el nombre y la venta de sus productos. Desafío que Hermita aceptó sin dudar.
Fue así que era habitual verla primero en su local de Ramón Falcón, al lado de la Librería Rubio y enfrente de la otrora zapatería de Ceseti; más tarde frente a la sucursal Liniers del Banco Credicoop, donde permaneció algo más de cuatro años, y desde entonces junto a su hija Susana (o simplemente, La Negra), en su actual ubicación.
Diariamente con una sonrisa, atiende a los vecinos y empleados de la zona, que concurren para hincarle el diente a lo cocinado en el día.
Actualmente sigue al frente de su negocio, pero con el paso de los años su vida se fue enriqueciendo aún más.
Hoy, sus tres nietas, Pamela -hija de Susana- y Victoria y Lautaro -descendientes de su otra hija, Liliana- se disputan su compañía. Claro que la pregunta de los chicos es siempre la misma: "abuela ¿hoy qué nos vas a cocinar?"
Siempre se dijo que las tradiciones y la comida, entre otras cosas, descubren el alma de la gente. Ha de ser por ello entonces que, pese a los vaivenes económicos y los años transcurridos en la actividad, el esmerado encanto de ponerle tanto amor a su tarea, le permite a Hermita seguir ofreciendo cada mañana los productos que bien merecen ser probados.

 

martes, 7 de agosto de 2012


SAN CAYETANO
“BENDECÍ NUESTRA PATRIA CON PAN Y TRABAJO PARA TODOS”
07 DE AGOSTO DE 2012

Anoche luego de llegar del Santuario de San Cayetano, como todos los años, traté de ordenar las ideas sobre las vivencias de un día tan valioso.
  Repasé mentalmente sobre como trasmitir la alegría de la gente ante las canciones que la Sra. Ramona Galarza había regalado, sobre la emoción de la banda de la Policía Federal interpretando el Himno Nacional Argentino o la Marcha de San Lorenzo, Los Fuegos Artificiales y el oh… de la gente mirando el cielo, la apertura de las puertas a cargo del Obispo Martín, las bendiciones de los curas a los objetos que los feligreses alzaban con entusiasmo y respeto de lo más variados, también repasé las veredas sucias y rotas, la menor presencia policial y la menor presencia de gente de limpieza en referencia a otros años,  la cantidad de kioscos de los mas variados productos o los cartel frente al templo ofreciendo los servicios de videntes por $ 10,00, etc.
Luego de tan variados temas para poder pensar supe que nunca iba a poder explicar cosas como, la solidaridad de los feligreses entregando su paquete de alimentos para los más necesitados, la emoción que invadía a los presentes al acercarse al Santo agradeciendo y pidiendo no solo para su familia sino a manera de solidaridad para sus amigos y vecinos, entendí entonces que la FE, como dice el dicho, mueve montañas y que esa FE, que año tras año, día tras día demuestran los peregrinos se vio reflejada en el lema de este año: “ San Cayetano bendecí nuestra Patria con pan y trabajo para todos” .   

sábado, 4 de agosto de 2012

CON EL BARRIO DE LINIERS COMO SEÑAL DE IDENTIDAD
La figura del periodista Edgardo Román Gilabert, al amparo de su entrañable geografía barrial  


No caben dudas, Edgardo Román Gilabert es un linierense de pura cepa: amante de su barrio de toda la vida, hincha de Vélez y -sobretodo- un amigo con el que he compartido una buena parte de mi historia.
El paisaje de Liniers es parte de su ADN. Edgardo nació en Acassuso casi esquina Larrázabal, el 26 de diciembre de 1934, y tal como él mismo asegura, modestamente, su llegada fue un regalo de navidad para toda la familia.
Y si hablamos de su familia resulta imposible no mencionar a su padre, Antonio Gilabert, un verdadero prócer del barrio, al cual dedicó casi toda su vida a través de su abnegada y desinteresada participación en diversas instituciones de bien público.
Fue presidente de la ya desaparecida Sociedad Cosmopolita de Liniers, primera entidad mutual en formarse allá por el año 1905; presidente del club Santiaguito (tal como varios conocen al Santiago de Liniers) de Caaguazú y Oliden, por espacio de 30 años; y presidente de la Cooperadora de la Escuela José María Torres, entre otros espacios que supieron de su generosidad.
La madre de Edgardo - y esposa de Antonio - fue Delia Faquetti, encargada de las tareas domésticas y eslabón fundamental de esta familia, que además integraban los hermanos de Edgardo: Marcelo (químico de profesión), Norberto Jorge (médico) y Helida Hilda (o cariñosamente "la Negra").
Pero volviendo al protagonista de esta nota - que jamás se alejó del barrio que lo vio nacer - supo hacerse popular como periodista deportivo en Radio Rivadavia, integrando el mítico equipo de José María Muñoz.
Además, se desempeñó durante 20 años en Cablevisión y Canal 2, con su programa "Compac Deportivo" y en el noticiero diario.
Su extensa trayectoria profesional lo llevó a ser considerado por la prensa como el mejor relator de básquet del país. Muchos aún hoy lo llaman "la voz del básquet". Entre otros ciclos en los que brilló, se destaca el programa que condujo junto a Ricardo Arias por LR4 Radio Splendid: "Entre las Sogas y el Tango", en el que cada sábado transmitían desde el Luna Park las memorables peleas de otros tiempos, con boxeadores de la talla de Nicolino Locche, Carlos Monzón, Víctor Galíndez, Goyo Peralta, Miguel Ángel Castellini y Horacio Acavallo, entre otros.
Desde hace casi cinco décadas está casado con Mirtha Susana Díaz, su fiel compañera de la vida, con quien coronó su amor con la llegada de sus dos hijos: Adrián Edgardo (Lic. en Marketing) y Marcela Susana (actriz).
A medida que va transcurriendo la charla, como en cualquier encuentro de amigos, inexorablemente surgen los recuerdos de la infancia. Y entonces habrá tiempo para evocar sus años de jugador de fútbol (llegó a jugar en la Tercera) y de básquet en Vélez, y sus andanzas como actor en la compañía del Departamento de Cultura de Vélez allá por la década del 50 (que dirigían Hilda Bernard y Ricardo Lavié).
Pero también aparece el recuerdo de la inoxidable calesita de Don Luís, en su ubicación original, de Ercilla y Larrazábal, a pasos de la garita que se levantaba justo en la esquina, los célebres carnavales en Rivadavia y Montiel, los bailes de Vélez, las populosas clases de baile folclórico, donde la juventud femenina abundaba y en donde conoció a su esposa, hace más de 52 años; y su actividad en el otrora Banco Crédito Liniers, como responsable de la publicidad, entidad a la que llegó junto a su entrañable amigo Ricardo Bloise, de la mano de Víctor González.
Pero entre tantas historias y recuerdos compartidos, la mayoría con la inconfundible escenografía de su barrio, se abre paso el presente, que desde hace más de diez años lo muestra produciendo y conduciendo el ciclo "Liniers un barrio con Historia", que se emite todos los domingos de 12 a 13 por Radio Porteña (AM 1530) Cadena Eco.
Como para no perderle pisada a la sana costumbre familiar, de tomarle el pulso y ponerle el hombro a Liniers y sus vecinos.
Más allá de los cuatro juegos olímpicos y los cuatro mundiales de básquet que lo tuvieron como figura excluyente del periodismo, hoy sus días están invadidos por el cariño de sus cuatro nietos: Juan Bautista y Juan Augusto, hijos de Adrián, y Miranda y Milena, hijas de Marcela. Vayan estas líneas como un justo reconocimiento a alguien que desde las calles y pasajes de su querido Liniers, aún hoy, a los 77 años, continúa trabajando y ocupándose con el mismo entusiasmo, por las inacabables cosas de barrio. 

lunes, 21 de mayo de 2012





ALFREDO PLANK Y LUIS URSI, 
EL SABOR DEL ENCUENTRO
 
El odontólogo Ursi y su paciente y amigo Plank, en el consultorio del primero, donde comenzarían a desandar sus recuerdos de juventud
 
Luego de varios años, dos entrañables personajes de Liniers volvieron a estrecharse en un abrazo.
Hace algún tiempo alguien me dijo que los reencuentros luego de muchos años, siempre son un regalo de la vida. Y tenía razón. Días pasados transitaba con mi amigo, el artista plástico de Liniers Alfredo Plank, que está de regreso en Buenos Aires luego de exponer en el Consulado Argentino en Barcelona, cuando en la esquina de Palmar y El Hornero nos encontramos en la puerta de su consultorio, con el odontólogo Luis Ursi. Sorpresa y motivo más que suficiente para ese abrazo casi juvenil, y saber sobre la salud de ambos, su vida familiar y comenzar a destejer esas viejas y entrañables historias dormidas, que como por arte de magia afloran inexorablemente en momentos como ese.
Imposible entonces que no apareciera en la charla la querida escuela Félix de Olazábal, en Ramón Falcón y, por imposición de ambos y en homenaje a aquellos años felices, Tellier (hoy Lisandro de la Torre), que fue parte de esas primeras evocaciones.
Pero como la charla amenazaba con extenderse y el fresco de la tarde de un otoño flamante había llegado sin pedir permiso, Ursi nos hizo pasar a su consultorio, en cuya sala de espera luce una obra del eximio fileteador Martiniano Arce, donde continuó el encuentro.
Luis se casó con Noemí Susana Trica, conformando una familia junto a su hijo Martín Andrés. "¿Te acordás en junio de 1955, el día que se armó esa escaramuza en Tellier y Palmar, cuando los soldados apostados allí se despacharon contra el avión que sobrevolaba el barrio y el susto que teníamos?", le preguntó el doctor a su amigo Plank, que no tardó en responder. "Claro, si al otro día todos decían que la guerra había llegado a Liniers".
Alfredo recordó a Mario Pucciarelli, notable pintor que afincado desde hace años en Italia, nunca más regreso por estos pagos. Otro personaje de antaño resucitado en la charla fue el Hortelano, que vivía en Ventura Bosch entre Palmar y Tellier, y que tantas veces retrata en estas páginas con su pluma simpática y mordaz, el querido Carlos María Caron. "Era un talentoso escritor pero a la vez un personaje bastante extraño", recalcó Plank, y agregó entre risas "recuerdo que se pasó dos años en la cama porque quería ver pasar el tiempo, hasta que un día la muchachada lo depositó con cama y todo en la plaza, frente al busto de Sarmiento".
También pasaron por el tamiz de los recuerdos el viejo Alfredo Conde, director de escuela y, según se creía, la encarnación de Pestalozzi. "Se pasaba horas en la plaza desagraviando a Sarmiento, cuando los jóvenes de entonces, cada tanto, le ponían un sombrero o una bufanda a la estatua", recordó Ursi con su pulcra sonrisa de odontólogo.
Y mientras la tarde mansa colmaba el aire con el gorjeo incesante de los gorriones, .a los pocos minutos aparecieron en escena los inolvidables artistas plásticos del barrio, como el Tano Tomás Di Taranto, Alfredo Corace y Segundo Pérez, que tenía su atelier y vivienda en Ramón Falcón entre Tellier y Martiniano Leguizamón, y cuyas obras fueron insertadas en los billetes de Lotería. Pero además se sumaron al recuerdo los artistas Rómulo Maccio, Leopoldo Presas, Carlos Alonso y Pérez Celis, con quien tanto Plank como Ursi, transitaron juntos por la vida.
Ursi recordó especialmente su paso como docente en la escuela primaria de Tellier al 1100 (la 10 del DE 20), donde se desempeñó durante varios años, y cuyos ingresos le permitieron solventar sus estudios en la universidad.
Y cómo olvidar el campito de la hoy Manzana de Oro, en Carhué y Boquerón, o el potrero de Ramón Falcón y Murguiondo, sitios que además de ser sedes obligadas para los picados y partidos de fútbol, se llenaban de color y algarabía cada vez que paraban los circos, los mismos que al retirarse, dejaban esa particular aureola en la tierra que, como dice Jairo en una de sus canciones, pareciera que allí hubiera dormido el niño Dios.
Y hablando del de arriba, también surgió la evocación de la iglesia y capilla del pueblo "Las Nieves", y el grato recuerdo para el cura Gatti, que ataviado con su sotana negra, trataba que algunos jóvenes ingresaran al seminario.
"Donde pasamos momentos inolvidables fue en los cines de Liniers", irrumpió Plank. "Tenés razón -lo apoyó Ursi- el Canadian y el Edison, que para entrar tenías que ir con saco y corbata, y si no tenías corbata te daban una en la boletería". También recordaron a El Capitolio, donde pasaban tres películas por 10 centavos.
Luego serían parte de la charla las calles de tierra, Ramón Falcón, Pilar y el Sargento Ponce a caballo corriendo a los pibes a la hora de la siesta, la comisaría y los bomberos de Albariño, los chocolates de los días patrios y las interminables fogatas de San Pedro y San Pablo.
Ursi sigue con su tarea educativa en la universidad de Maimónides, como profesor asociado, dictando los cursos de Diagnóstico por Imágenes, lo que no le impide continuar atendiendo su consultorio de Palmar. Plank reparte su tiempo entre su querido Liniers y Alemania, donde está radicado desde hace varios años y es reconocido por su exquisita labor artística.
Como pidiéndole permiso a la tarde, finalmente la noche se hizo presente. Y tras haber transitado los pasajes, las calles y los consabidos personajes de la época, un fraternal abrazo de despedida sirvió de aval a la fiel promesa del reencuentro, sin fecha fija en el almanaque. Porque si como me dijeran aquella vez, los reencuentros y su infalible caricia para el alma, son un regalo de la vida, mejor entonces que lleguen sin avisar.

miércoles, 14 de marzo de 2012

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

Las plazas simbolizan desde siempre el espacio público, enalteciendo el verde en un terreno generalmente amplio y descubierto, que además de utilizarse como lugar de esparcimiento, también se ofrece para realizar actividades sociales y comerciales.

Creo que cada plaza refleja en parte, la idiosincrasia del lugar, por la flora, por el diseño y especialmente por la figura de la personalidad o el hecho que enaltece en su nombre. Atrás quedaron las calesitas y aquellos cuidadores, que además de velar por el espacio público, adornarlo y embellecerlo, al caer el sol vigilaban a las parejas que sentadas en los bancos se prometían amor eterno.

Desde la prehistoria, las plazas han sido no sólo un lugar de encuentro, sino también el centro del poder. Basta solamente con recordar algunas que han marcado la historia, como la plaza Tiananmen (Pekín), la Plaza de la Concordia (París), o la Plaza Roja (Moscú) que conmemora la victoria rusa en la Segunda Guerra Mundial. Pero también están aquellas otras que perduran en las retinas de sus visitantes, como la plaza del Campo de Siena, un ejemplo de trazado irregular medieval; la Plaza del Capitolio (Campidoglio) en Roma, de forma rectangular, diseñado por Miguel Ángel; la plaza San Marcos (Venecia), históricamente centro religioso, la Plaza Mayor en Madrid; la Plaza de España en Roma, situada a distintos niveles, con una amplísima escalinata salva el desnivel, la Piazza Navona (Roma); de forma alargada por corresponder a la planta de un circo de época romana clásica, o la Plaza San Pedro del Vaticano.

Ya en nuestra ciudad, la histórica Plaza de Mayo y su Pirámide, o la plaza de la República, que tiene al obelisco como fiel testigo de tantos encuentros de los argentinos, hoy ya son espacios emblemáticos que han marcado épocas y epopeyas. Así fue que me puse a pensar en la importante cantidad de plazas que tiene el barrio de Liniers, e imaginaba si no será unos de los barrios de la ciudad con más espacios verdes.

Así que aprovechando el verano, me calcé la gorra y me lancé a recorrerlos para disfrutar de la sombra de sus añosos árboles.

Primero me dirigí a la Ejército de los Andes: Si bien está en el límite con Villa Luro, pues se ubica entre las calles Corvalán, Ramón Falcón, Albariño y Rivadavia, fue creada, según la Ordenanza Nº 10058 del 27 de diciembre de 1938 y promulgada el 12 de enero de 1939: Hoy se encuentra enrejada, frente al edificio de departamentos que en otras épocas fuera la sede de la Comisaría 44a y que hasta el año 1979 nos pertenecía. En otras épocas se reunían los alumnos de los colegios y con un chocolate se festejaban allí las fechas patrias.

Luego rumbeé para la plaza Coronel Martín Irigoyen (1857-1916) Así llamada según la subdivisión por zonas de valor del año 1923. Está plaza está delimitada por las calles Larrazábal, Fonrouge, Caaguazú y Cossio. Martín Irigoyen fue un militar que combatió en la guerra contra el Paraguay. También lo hizo en 1880 en San José de Flores y en Corrales, actuó en la frontera del Chaco entre 1882 y 1884. En ésta plaza fue erigido el monumento a la madre, diseñado por el escultor Santiago J. Chiérico, e inaugurado en 1969. En 1991, un grupo de inadaptados lo destruyeron, pero con el auspicio del Rotary Club de Liniers, el mismo fue nuevamente erigido y hoy se lo puede volver a ver. Además, durante años el Rotary organizaba anualmente el encuentro de pintura para los alumnos de los colegios y también periódicamente se realizan los actos en honor y recuerdo a los desaparecidos en la dictadura militar.

En la plaza que está enfrente sobre la calle Cossio, denominada "Isadora", se destaca el mural pintado sobre la medianera que le da un colorido particular.

A unas cuadras de allí se encuentra el parque Francisco Santojanni, que está delimitado por las calles Patrón, Acasusso, Martiniano Leguizamón y Murguiondo. Actualmente, al abrirse la calle Murguiondo, el parque quedó dividido en dos. En la parte que da al hospital sigue siendo una plaza recreativa y el resto forma parte de un atractivo polideportivo, dependiente del Gobierno porteño.

Del otro lado del hospital, está la plaza María Ana Mogas Fontcuberta. El 23 de noviembre de 1996 quedó formalmente bautizada esta plaza, ubicada en Lisandro de la Torre y Acasusso (frente al hospital Santojanni). con la presencia del Dr. Fernando de la Rua, por entonces Jefe de Gobierno porteño. Por Ordenanza Municipal Nº 51007, el nombre asignado honra a quién fuera fundadora de la congregación religiosa Hermanas Franciscanas del Buen Pastor y a la que también debe el nombre el colegio ubicado en la calle Guaminí 1850, en Mataderos.

Caminé unas cuadras más bajo el impiadoso sol del verano porteño, y llegué a la plaza Sargento Cabral, así llamada por el Decreto Nº 10844/953 del 09/11/1953, que dice "visto el presente expediente por el cual el Círculo de Oficiales de las Fuerzas Armadas de la Nación, solicita se imponga a una plaza de esta ciudad el nombre de Sargento Cabral y Considerando el acto heroico del Sargento, sacrificando su vida en el combate de San Lorenzo para salvar la de su ilustre jefe, el General Don José de San Martín, debe ser perpetuado en el recuerdo de los argentinos como uno de los mas nobles ejemplos de abnegación y patriotismo, por ello, de acuerdo con los informes producidos y lo propuesto por la Secretaría de Cultura el Intendente Municipal, impuso dicho nombre a la manzana delimitada por las calles José León Suárez, Martínez de Hoz ( al norte), y Pasaje M. Arce (al sur)?. El martes 26 de mayo de 2009, en una mañana fría y desapacible, el Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri irrumpió sin previo aviso en el barrio de Liniers, para inaugurar oficialmente las obras de remodelación de la plaza.

De allí me fui para los pasajes y llegué hasta la plaza Sarmiento, que está comprendida entre las calles Cosquín, Tuyuti, Humaitá y El Rastreador, y es un predio que tiene mucho que ver con la historia del barrio. Fue fundada en el año 1930, y su superficie es de 6910 m². El nombre de Sarmiento fue solicitado por la "Corporación Sarmiento" y auspiciado por el Distrito Escolar Nº 20. En la plaza se encuentra un monumento de bronce al prócer, construido por Vicente J. Roselli, siendo oficialmente inaugurado el 18 de septiembre de 1938. Esta ha sido la segunda plaza fundada en Liniers y tiene un aspecto singular, pues está elevada por sobre el patrimonio. Se dice que con las excavaciones de las Mil Casitas, la tierra sobrante iba a parar allí, por eso presenta ese atractivo desnivel tan pronunciado.

Por último, me dirigí a los confines del barrio, y recorrí la plaza 18 de Diciembre, así bautizada en honor a la fecha de fundación del barrio. Está ubicada sobre la colectora de la General Paz, en el predio que antes ocupara la feria municipal. Es otro espacio verde muy interesante, que entre otras cosas, la Junta de Estudios Históricos de Liniers, está analizando la posibilidad de ubicar allí el vagón del ferrocarril donado a la entidad, para que funcione como su sede.Y allí instalado con el gorjeo de los pájaros mezclado por el sonido de los autos que atraviesan la General Paz, repasé también las plazoletas de Liniers, espacios menores pero caros a los sentimientos de los vecinos. Recordé entonces la plazoleta de los Campeones, ubicada justo al frente de la entrada principal del Club Atlético Vélez Sársfield, erigida el 29 de diciembre de 1998. En las placas al pie del monumento resaltan los títulos obtenidos por el equipo y los jugadores que los integraron.

La plazoleta Santiago José Chiérico, que está ubicada en la confluencia de las calles Humaitá y José León Suárez, y desde el 25 de junio de 2001 lleva el nombre de éste ilustre vecino, famoso por su arte. Algo similar ocurre con su vecina, la plazoleta Tomás Di Taranto, que honra en su nombre de otro genial artista plástico de Liniers. También está la plazoleta Superintendencia de Bomberos Policía Federal Argentina, ubicada en la esquina de Lisandro de la Torre y Ercilla, al límite con Mataderos. Ésta coqueta plazoleta fue erigida el 15 de noviembre de 1990, según la Ordenanza Nº 44611. Posee una placa que textualmente dice: "Aptitud y dedicación, abnegación y sacrificio ser humano especial Bombero. Aquí hoy te honramos la comunidad mataderense a la Superintendencia de Bomberos Policía Federal Argentina". Y finalmente aparece la plazoleta Nuestra Señora de Luján de los Patriotas, ubicada en el límite de Liniers, frente a la parroquia homónima de Emilio Castro y Carhué. Además, a todos estos espacios podrían agregarse las más de 32 hectáreas que albergaron los talleres del ferrocarril, que siguen pendientes de resolución por parte del Estado Nacional. Todos estos predios, sumados a los espacios arbolados sobre la avenida General Paz, le dan un colorido muy especial a nuestro querido barrio de Liniers.