lunes, 16 de febrero de 2009

Entre el oro, el barrio y la nostalgia

Una alarmante mirada sobre la actualidad de Liniers,
su gente y sus instituciones

Hace un tiempo, con las sutilezas que proporcionan las palabras, señalaba de la importancia de estar unidos y de cómo esa unión consigue los mejores resultados para mejorar el barrio.
Recordaba entonces, cómo se pudo crear una de las primeras mutuales a nivel nacional en el año 1905; como se consiguió construir el puente peatonal aéreo de Carhué; como y quienes nos regalaban dos cines con tecnología de avanzada; como se creaba el “Banco de Crédito Liniers”; como proliferaban los clubes y las sociedades de fomento y la respuesta no se hizo esperar, los vecinos unidos aportaban con su esfuerzo para que el barrio progrese.
En la madrugada del viernes o mañana de sábado esperando la final olímpica en fútbol me puse a escribir estas líneas, miraba por la ventana del comedor las luces de las casas vecinas y me hicieron pensar si el fútbol es una de las pocas cosas que nos une.
Esa mirada me hizo recapacitar, que nos está pasando a los Linierenses, cuando en lugar de una buena fiesta de carnaval, nos separamos y tenemos dos, que el día del cumpleaños del barrio no nos podamos juntar, que a la segunda marcha de la bronca con el fin de defender el lugar donde habitamos concurrimos muy pocas personas, pero que en ese mismo momento otras personas convocaban a una nueva marcha en la calle Albariño, no tenemos un destacamento de policía en la zona, las casas de prostitución avanzan a pasos agigantados solo con mirar los avisos en los diarios y las tarjetas tiradas por doquier. Observemos las casas del barrio los cartelitos que ya han puesto indicando que esa es una casa de familia pues a cualquier hora llaman para saber si allí hay chicas, los pasos a niveles que como la Muralla China o la Cordillera de los Andes, nos separan al norte con el sur, y así podría seguir nombrando esperanzas no resueltas.
Pero el partido empezó así que dejé la computadora y me dispuse a ver a los astros argentinos “unidos” con el fin de obtener por segunda vez la medalla de oro.
… Ganamos, si ganamos y no solamente estaban las luces prendidas del barrio sino que hasta algunas bombas de estruendo saludaban el éxito deportivo, pese a lo avanzado de la hora.
Esas dos ideas me perturbaban, veía en televisión la alegría de esos chicos cargados de dólares en sus bolsillos “unidos” y me taladraba la cabeza pensando que cosas nos pasan a los vecinos para no ocuparnos y no participar para vivir en un barrio más limpio y mejor.
Pero la sorpresa me castigó aún más en la mañana, cuando hube de enterarme que dos prestigiosas entidades de servicios ya no estarán más. Hablo del Rotary Club de Liniers y de la Sociedad Cosmopolita de Liniers. Hoy nos referiremos al Rotary.
El Rotary club quedó oficialmente constituida cuando 22 amigos unidos por un mismo ideal se reunieron el 31 de mayo de 1954, constituyéndose en el quinto club rotario de la República Argentina.
El 25 de junio de 1954, recibió una magnifica carta de Rotary Internacional firmada por Don José Serratosa Civiles informando que en la reunión del 16 de junio de 1954, había sido aceptado el pedido formulado y dándole la bienvenida a Rotary Internacional.
El 8 de julio de 1954 el Gobernador del Distrito Rotario, Don Julio Aníbal Méndez deja oficialmente constituido el nuevo club.
El 22 de octubre de 1954, en los salones del Club Atlético Vélez Sársfield, con la presencia de altas autoridades y las fuerzas vivas de la zona se realiza una magnifica reunión en donde se hace entrega de la carta constitutiva al “Rotary Club de Liniers”.
A través de su existencia muchos fueron sus acciones en la comunidad. En la Plaza Martín de Irigoyen se inauguró en el año 1969 el Monumento a La Madre, allí mismo al menos una vez por año se realizaban los encuentros juveniles de pinturas con la participación de los colegios de la zona, la cantidad de aportes en pesos y aparatos médicos donados al hospital Santojanni, los aportes a la Asociación Pro Bienestar a la infancia de la calle Guaminí 1151 (ABI), sus aportes y reconocimientos anuales a los servidores públicos, la participación en becas a los alumnos necesitados de los colegios de la zona, la atención gratuita a los necesitados de los profesionales rotarios, Participación en el Banco Rotario de Elementos Ortopédicos. (BREO), Participación en la Rosa Blanca, programa para ciegos a nivel Distrito 4890 y especialmente la edificación y puesta en marcha de la Casa de la Cultura de Liniers y la Biblioteca que allí habita. No puedo dejar pasar los reconocimientos y reuniones realizadas a Carlos Bianchi, La conferencia de Pérez Celis, la concurrencia a la inauguración del entonces Secretario de Cultura de la Nación Jorge Asís o el día de la inauguración de la Biblioteca al entonces Director de la Biblioteca Nacional Héctor Yánover, el reconocimiento a los pintores Corace, Lola Frexas, al músico nacido en el barrio Adrián Otero de Menphis La Blusera entre tantos otros.
Pero bueno ésta es la realidad que nos toca vivir. Dentro de algunos años no importará que clase de auto hemos tenido, en qué casa pasamos nuestros días, de que marca eran nuestras zapatillas deportivas, donde fuimos de vacaciones, pero si nos podrán recordar por haber participado en la vida del barrio para lograr que nuestros hijos o nietos vivan en un lugar que merezca ser vivido. Recordemos que el agua quieta trae pestilencia.

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